Una de las lecciones más importantes que aprendí en la tradición del maestro zen vietnamés Thich Nhat Hanh fue comprender las fiestas del Día de las Madres y el Día de los Padres de una manera nueva. Se basaba en la aceptación de que estos días traen grandes celebraciones y hermosos recuerdos, pero también memorias de pérdida. Como dice Jack Kornfield, ambas son parte de las diez mil alegrías y tristezas que conforman nuestra jornada humana.
Se adhiere a los criterios de The Trust Project
Sanando a la familia interior
“Si puedo transformar y sanar a mi madre y padre dentro de mí, también podré ayudarlos fuera de mí”