El butoh y “Cien años luz de soledad”, la coreografía que Yumiko Yoshioka estrena el martes en el Teatro de la Danza en la Ciudad de México, tienen un origen común: la representación de un cuerpo nuevo.
El butoh y “Cien años luz de soledad”, la coreografía que Yumiko Yoshioka estrena el martes en el Teatro de la Danza en la Ciudad de México, tienen un origen común: la representación de un cuerpo nuevo.
Cuando el cuerpo está inmóvil, encogido sobre el escenario, parece un pájaro herido: las extremidades son finas, la piel casi traslúcida, la cara oculta bajo una máscara de malla. Podría estar congelado en el tiempo y el espacio, pero entonces la maestra Yumiko Yoshioka levanta el torso, se lleva las manos a la cabeza y su cuerpo crece frente a su sombra, se hincha de músculos y estalla junto con la música que simula lluvia.
Te invitamos a descargar cualquiera de estos navegadores para ver nuestras noticias: