Pensando en que la reina británica podría cansarse frente a las personas, unos estudiantes australianos fabricaron el curioso aparato
Pensando en que la reina británica podría cansarse frente a las personas, unos estudiantes australianos fabricaron el curioso aparato
Una de las principales actividades que realiza Elizabeth II (92) cuando sale del palacio de Buckingham es asistir a actos en los que debe sonreír y saludar a la gente. Por eso, unos estudiantes australianos pensaron en que sería buena idea regalarle a la monarca británica una mano postiza que la aliviara de la carga de tener que mostrar su benevolencia, al menos, desde su auto.
La existencia de esta mano falsa fue revelada por la segunda hija de la monarca, la princesa Ana, en la más reciente biografía de su madre, “Queen of the World”, escrita por un experto en la familia real británica, Robert Hardman.
Te invitamos a descargar cualquiera de estos navegadores para ver nuestras noticias: