En medio de la llamada crisis de la masculinidad, es importante celebrar a los hombres que contra todo pronóstico se empeñan en evolucionar
En medio de la llamada crisis de la masculinidad, es importante celebrar a los hombres que contra todo pronóstico se empeñan en evolucionar
El cuartito estaba lleno de imágenes de salseros famosos. Más que un cuarto, era una pequeña covacha en los bajos de la casa que, con mucho esmero, había sido transformada en refugio musical. Allí, cada tarde, aquel hombre delgado de unos 55 años, se encerraba a escuchar sus discos favoritos. Casi siempre, el íntimo concierto terminaba en llanto. Ya no están Maelo, ni Lavoe, ya no están vivos todos los protagonistas de aquel santoral cocolo.
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