El cómo te lances a festejarlas no va reñido con el hecho de que, por más decoraciones que cuelgues, esta Navidad invita a diálogos diferentes porque todos en el fondo sabemos que ella no brilla ni huele como otras.
El cómo te lances a festejarlas no va reñido con el hecho de que, por más decoraciones que cuelgues, esta Navidad invita a diálogos diferentes porque todos en el fondo sabemos que ella no brilla ni huele como otras.
Comienzo por confesarles que esta última columna del 2017 es la que más trabajo me ha costado escribir. ¿El motivo? En ella quiero decir tanto que no encuentro el camino por el que dirigirme. Mi mente está tan saturada y cargada como los días que han llegado con este almanaque que ya se encuentra en su más raquítico momento.
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