La cantante y sus colegas hicieron una especie de rezo colectivo como reivindicación de los derechos de las mujeres en tiempos en los que las acusaciones por abusos de poder están a al orden del día
La cantante y sus colegas hicieron una especie de rezo colectivo como reivindicación de los derechos de las mujeres en tiempos en los que las acusaciones por abusos de poder están a al orden del día
En otro contexto, quizás la actuación de Kesha podría haber sido un show más de una entrega de premios. Pero la historia reciente de la artista hizo que su aparición en el escenario estuviera cargada de significado y junto a Cyndi Lauper , Andra Day y Camila Cabello protagonizó anoche uno de los actos más emotivos de los Grammy 2018. Vestidas de blanco, entonaron la canción "Prayer" y todo en la performance sumó para dar un mensaje poderoso: el nerviosismo y la emoción evidentes en la voz de Kesha, la elección de un número sólo de mujeres, sin mucha piel a la vista, con el rostro trastocado, como contando cada una una experiencia diferente. Pero claro, cuando el cansancio por las inequidades laborales, por los acosos y por los abusos se transformó en millones de voces femeninas que se ven representadas por el "Time´s Up", por el #MeToo o incluso por el #NiUnaMenos local, ese show que realizaron las cantantes norteamericanas adquirió otro valor.
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