En la recta final de su tercer embarazo, la duquesa de Cambridge asistió el domingo a los Premios Bafta 2018 de la mano de su marido, el príncipe William. A pesar de que deslumbró la pasarela luciendo un vestido verde botella de la diseñadora Jenny Packham, Kate Middleton recibió una serie de críticas por el color de su atuendo.

Esto debido a que, al igual que ocurrió en la entrega de los Globo de Oro, reconocidas mujeres del mundo cinematográfico vistieron de negro en apoyo a la campaña Time's Up en protesta por los abusos sexuales y el acoso. Un "dress code" al que la miembro de la realeza británica no se sumó.