Aunque las situaciones de estrés que enfrentamos a diario en la calle debido a las consecuencias del huracán repercuten en las relaciones en casa, no es momento de deprimirse
Aunque las situaciones de estrés que enfrentamos a diario en la calle debido a las consecuencias del huracán repercuten en las relaciones en casa, no es momento de deprimirse
Después del destructor embate de María, nada ha vuelto a la normalidad en Puerto Rico. Todavía miles de personas en el interior de la isla continúan incomunicadas o les falta lo más básico: un techo, comida y agua potable. Mientras que la gran mayoría sigue sin electricidad y agua, con todas las incomodidades que eso acarrea. Además, salir a la calle se ha convertido en una prueba de paciencia debido a los tapones a todas horas.
Te invitamos a descargar cualquiera de estos navegadores para ver nuestras noticias: